Una copa, una historia...un destino
El famoso psicólogo e investigador de los misterios de la psique humana y el inconsciente colectivo, Carl Gustav Jung, señala al respecto: "Las tarjetas originales del Tarot consisten en las cartas ordinarias, el rey, la reina, el caballero, el As, etc,-. Sólo las cifras son algo diferentes, y además, hay veintiuna tarjetas sobre las que hay símbolos, o imágenes de situaciones simbólicas. Por ejemplo, el símbolo del sol, el símbolo del hombre colgado de los pies, la torre alcanzada por un rayo, la rueda de la fortuna, y así sucesivamente. Esas son las ideas de carácter de arquetipo y diferenciado que se mezclan con los constituyentes normales del flujo del inconsciente, por lo que es aplicable a un método intuitivo que tiene el propósito de entender el flujo de la vida, posiblemente, incluso la predicción de eventos futuros, o en todo caso, se presta a la lectura de las condiciones del momento presente."
Las cartas del Tarot y en especial los Arcanos mayores son sugestivos y producen un efecto casi hipnótico en quien los observa en detalle, van a proveer de sabiduría ancestral a quien los consulte, en este sentido el Tarot forma parte de ese conjunto universal de conocimientos compartidos en tiempo y espacio; así es también el conocimiento profundo del vino. Así como en una tirada de Tarot, cada copa de vino es el inicio de una experiencia sensoria, un viaje al misterio de un Arcano, y ese Arcano revela las energías que residen en ese vino. Claro que en este plano de la realidad, del aquí y el ahora, lo que acontece es el despertar en nosotros mismos, la curiosidad y la fantasía...
Cada Arcano puede ser la guía para reconocer los elementos que están presentes en la copa. En el Tarot las copas simbolizan los afectos, ahí donde fluye el líquido, fluyen las emociones y los placeres, que más que acompañar esa experiencia con una buena botella de vino.