MITOS Y VINOS / El mito de Ariadna

El vino es como un mensajero de cupido, el encuentro amoroso a través de su fluir es alquimia pura. Viajemos en el tiempo para rememorar esta hermosa historia de amor, famosa entre los relatos de la mitología griega.

Dionisio hijo de Zeus y la mortal Sémele, Dios del vino,y prometedor de una vida absolutamente extraordinaria, paseaba junto a sus Silenos y Bacantes por la isla de Naxos, vio a lo lejos el cuerpo de una doncella a orillas del mar, al acercarse reconoció a Ariadna, que sin haberlo intuido le esperaba, al abrir sus ojos, su mirada se había hecho lúcida y brillante, de pronto podía ver como nunca antes. Había dejado todas sus lágrimas en la arena al percatarse que Teseo la había abandonado. Ariadna encuentra en la mirada de Dionisio la luz y el fuego de una pasión que jamás había conocido. El destino se cumplía,nunca más podría separarse de Dionisio, Dios del vino y del éxtasis.

Esta historia se inicia con la llegada del valiente Teseo, hijo de Egeo rey de Atenas, a la isla de Creta gobernada por Minos y Pasifae, con un propósito claro y desafiante: Vencer al temible Minotauro y restaurar la paz en Atenas. Esta bestia mitad toro, mitad hombre, era el hijo de Pasifae y el Toro de Creta, encerrado en su laberinto imposible, esperaba cada año bisiesto la llegada de siete doncellas vírgenes para calmar su apetito y como sacrificio a los Dioses del Olimpo. Al acercarse al mortal laberinto donde vivía el mitológico ser, Teseo se encuentra con la hermosa Ariadna, princesa de Creta enamorandose apasionadamente. Ariadna con el fin de salvar a su nuevo enamorado le entrega, desafiando a su padre, el rey Minos, el ovillo de hilo de oro que tejía como guia para entrar al laberinto y reconocer luego el camino de retorno. Teseo entra al laberínto, lucha con todas sus fuerzas, vence al Minotauro y regresa triunfante siguiendo el camino del hilo de Ariadna. Así el héroe inicia su viaje de regreso, llevando la libertad a Atenas y a su amada consigo; pero el destino se interpone y una fuerza mayor hace que Teseo deje dormida a Ariadna sola en el paso por la isla de Naxos,y no volver jamás a encontrarla. Otro destino mágico, alquimia del amor y del vino, esperaba por Aridna y Dionisio para unirlos por siempre en el fluir delicioso de la Vid y la pasión eterna.

Créditos: 1.TIZIANO- Baco y Ariadna 1620 2.G. BATTISTA CIMA, Boda de Dionisio y Ariadna 1505 3.J.W WATERHOUSE- Ariadne 1898 4.Antiguo MOSAICO ROMANO Teseo y el Minotauro s II ac