¿En qué reino, en qué siglo,
bajo qué silenciosa
conjunción de los astros,
en qué secreto día
que el mármol no ha salvado,
surgió la valerosa
y singular idea de inventar la alegría?
Con otoños de oro la inventaron.
El vino
fluye rojo a lo largo de las generaciones
como el río del tiempo y
en el arduo camino
nos prodiga su música,
su fuego y sus leones.
En la noche del júbilo o en la jornada adversa
exalta la alegría o mitiga el espanto
y el ditirambo nuevo que este día le canto
otrora lo cantaron el árabe y el persa.
Vino, enséñame el arte de ver mi propia historia
como si ésta ya fuera ceniza en la memoria.
Créditos:
Foto y Video POEMA DANZADO de Claudia Capriles.
Poema de Jorge Luis Borges. Fuente: «Soneto del vino» forman parte del volumen de poesía El otro, el mismo (1964).
Jorge Luis Borges exploró a través de su obra un tema único y de fondo: La naturaleza del sujeto y su fragilidad, habló de un hombre sumergido en un tiempo evanescente. Borges con su mirada singular es siempre vigente y esencial en nuestra literatura latinoamericana y su proyección es universal, su narrativa compleja y simple a la vez alcanza a todos y atañe a cada uno. Siempre es necesario volver a Borges para que nos recuerde quienes somos.
En su última visita a Caracas, en 1982, los periodistas Carlos Rangél y Sofía Ímber le entrevistaron en su programa televisivo y entre muchas preguntas y respuestas interesantes, transcribimos la siguiente a continuación:
Carlos Rangel: "¿Al lector para qué le sirve la literatura?"
J.L Borges: "Si el lector no encuentra un agrado en la literatura quiere decir que ese libro no ha sido escrito para él. Lo que uno debe buscar en los libros es la felicidad o la emoción."
Borges era un apasionado del vino y escribió varios poemas dedicados a este, y a la experiencia completa que acompaña un buen vino, podemos imaginar que también en el vino buscó la felicidad o la emoción.
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